miércoles, 11 de febrero de 2015

RESEÑA DE LA OBRA TEATRAL "DON JUAN TENORIO"



Esta obra está escrita por Zorrilla. Fue publicada en el año 1844, pero con el paso del tiempo se han hecho numerosas adaptaciones.
Se me ha presentado la ocasión de asistir a una obra teatral adaptada por Juan Mayorga, dirigida por Blanca Portillo y protagonizada por José Luis García-Pérez.
Los actores de esta obra son Beatriz Argüello, José Luis García-Pérez, Juanma Lara y Miguel Hermoso, Eduardo Velasco, Francisco Olmo, Ariana Martínez, Marta Guerras, Luciano Federico, Daniel Martorell, Alfonso Begara, Alfredo Noral, Raquel Varela y Rosa Manteiga.

El resumen de esta obra es el siguiente:
Don Juan Tenorio hace una apuesta con don Luis Mejía, su gran rival, en la que don Luis Mejía desafía a don Juan a conquistar a una novicia (persona que por los hábitos de su religión aun no ha sido profesada), y don Juan añadió a la apuesta que además le robaría a su futura esposa.
Los dos mandan a sus criados llamar a la justicia y amos ingresan en la cárcel.
Finalmente, don Luis sale de la cárcel y avisa a su prometida, doña Ana, de que don Juan vendría a conquistarla.
Don Juan sale también , y pide a Lucia, criada de doña Ana, que abra las puertas de de la casa y a cambio la daría buena fortuna.
Don Juan habla con Brígida, dueña de Inés, la entrega una carta de amor escrita por él para que se la de a Inés y ella le dice como entrar al convento sin que le vea nadie.
Brígida le entrega la carta a Inés y cuando esta termina de leerla, don Juan aparece inesperadamente en la estancia. Inés se desmaya al verle y don Juan aprovecha para llevársela a casa.
Ya en su casa, don Juan esta dispuesto a violar a Inés, cuando por primera vez la mira a la cara y se enamora profundamente de ella, al igual que Inés de él.
De pronto, entra don Luis a matarle, pero no lo consigue ya que don Juan le mata primero. Tiempo después aparece don Gonzalo, padre de Inés, a matarle también. Don Juan le ruega que le deje demostrar el amor verdadero que le profesa a su hija, mas el gobernador no está dispuesto a conceder su petición, e intenta matar a don Juan, pero este le mata de un balazo.
Tras este acontecimiento, don Juan huye a Italia.
A continuación comienza la segunda parte de la obra, que resultó un poco mas compleja de entender.
Tras años fuera de España, Tenorio regresa a Sevilla. En lugar de su casa, se encontró enterrados al gobernador, don Gonzalo, a don Luis Mejía y a su amada, doña Inés.
Luego de haber descubierto esto, llegaron Centellas y Avellaneda, que eran muy buenos amigos de Tenorio desde hacía años. Este les invitó a cenar junto con el espíritu de don Gonzalo.
Durante la cena, el espíritu de don Gonzalo se aparece y desea llevarse a don Juan al infierno. Pero el espíritu de doña Inés ayuda a don juan y se los lleva a ambos al cielo.

La interpretación de la obra fue muy buena y me llamó mucho la atención la ropa que vestían. Era ropa del siglo XXI, y nos desconcertó un poco porque no era el tipo de ropa que solía llevar la gente en aquella época. Fue una de las dudas que arrastramos hasta el final de la obra, pero tras acabar la interpretación se realizó un coloquio en el que se podía establecer un debate entre los espectadores y el equipo de la obra (productores, directora, actores, guionista..). La duda sobre la vestimenta de los personajes se planteó en el debate, y Blanca Portillo nos refirió los motivos. Con esa vestimenta tan “actual” querían transmitir al público don Juanes hay en todos lugares y épocas, y así ambientar la obra en la sociedad de hoy.
Una cosa que me gustó mucho fue la estética de los cambios de escena y la música blues que relajaba el ambiente tras escenas de tensión.
Y finalmente me llamó también la atención algo que dijo Blanca Portillo: “Ya va siendo hora de que alguien llame a Tenorio por su nombre.”. Siempre se había preguntado por qué un hombre como don Juan Tenorio, que mostraba total desprecio hacia las personas, podía haber llegado a convertirse en un mito.
“Don Juan Tenorio no es un héroe, no es un luchador que busca un mundo mejor, Tenorio es el vivo retrato del desprecio hacia los demás.” Blanca Portillo.

Leyre

domingo, 8 de febrero de 2015

RESEÑA DE LA OBRA "DON JUAN TENORIO"



El jueves 29 de enero fuimos a ver la obra teatral Don Juan Tenorio dirigida por Blanca Portillo en el teatro Pavón de Madrid. Sin embargo, nos llevamos una gran sorpresa ya que no era lo que esperábamos ver.

Esta obra no representa al Don Juan que todo el mundo tiene en la cabeza, ese hombre romántico, seductor y apuesto; sino al Don Juan cruel, cobarde y egocéntrico que verdaderamente es. Todo el mundo piensa que Zorrilla quiso retratarle tal y como la sociedad le tiene en mente, pero, ¿por qué? Él escribió la obra, las interpretaciones son totalmente libres y Blanca Portillo lo que ha querido retratar es la otra faceta de Tenorio, la cual según ella es la que realmente es.
José Luis García Pérez es el actor que da vida a Don Juan. Hizo una actuación realmente maravillosa. Otros grandes artistas como Juanma Lara, Alfredo Noval, Marta Guerras y Ariana Martínez hicieron de esta obra una gran actuación.

Esta versión de Don Juan Tenorio está situada en nuestro siglo. Lo supimos al acabar de ver la obra, cuando la misma directora lo dijo, pero ya lo habíamos sospechado ya que el vestuario de los personajes no era el del siglo XVII, sino contemporáneo (por ejemplo, el criado joven llevaba unas zapatillas que actualmente están de moda).

La obra comienza en la hostería del Laurel, donde Don Gonzalo (padre de Inés) y Don Diego (padre de Don Juan) quedan para ver si es cierta la apuesta de Don Juan y Luis Mejía. Es carnaval y todos van enmascarados. Cuando el reloj da las 8, don Juan aparece en escena con su criado Ciutti y Luis Mejía con el suyo (Gastón). Los dos sacan una hoja donde aparecen todas las personas que han matado y todas las mujeres a las cuales han burlado durante ese año. Don Juan obviamente gana la apuesta y realizan otra nueva: Doña Ana de Pantoja, la prometida de Don Luis. Don Juan gana nuevamente la apuesta, metiéndose en casa de Doña Ana y violándola.

Más tarde, Brígida, la sirvienta de Doña Inés, va al convento de ésta y le entrega una carta de Don Juan. Es curiosa la escena cuando Inés lee su carta: ella está muy feliz, suspirando por cada palabra que recita, pero a la vez sale el momento en el que Don Juan la escribe, y se le ve bastante distinto a ella. Posteriormente raptan a la joven y la llevan a casa de Don Juan.

Una vez allí, él entra y pasa por delante suya sin hacerle ni caso, luego ya comienza con sus palabrerías de amor. Después, Inés se retira con Brígida y aparecen Don Gonzalo y Don Diego, los cuales son asesinados por Don Juan, el cual huye lejos. Inés, debido a la muerte de su padre y al abandono por parte de su amado, muere de igual forma.

Después de mucho tiempo, Don Juan vuelve a su casa, la cual es ahora un panteón. Mantiene una charla con el escultor allí presente el cual hizo la estatua de Don Gonzalo y le cuenta toda la historia. A partir de este momento Don Juan enloquece pero termina salvado por el amor de Inés.

El Don Juan que Blanca Portillo quiso representar fue llevado a escena totalmente con la actuación de José Luis García Pérez. Un Don Juan interesado, vil, que hace lo que quiere cuando quiere sin tener remordimiento por ello. Ha sido una forma curiosa de ver esta obra. Al principio, me esperaba ver un Don Juan joven, apuesto y que enamora con la mirada, sin embargo la actitud suya que ha salido a relucir ha sido la de un macarra en toda regla que es aquella que realmente es ya que de galán no tiene nada este hombre que va por la vida rompiendo corazones y matando a todo aquel que le moleste. Esto lo ha comentado un señor con la directora en el tiempo que tuvimos para poder hablar con el equipo. Le comentó: ‘’No me ha gustado su actitud, me parece que ha sido más macarra que romántica, que es la que tiene Don Juan’’; a lo que la directora contestó ‘’No no, ¡pero es que es así! ¿Por qué tiene que tener esa actitud? Eso es algo que la sociedad ha idealizado’’.

Una obra distinta, salida totalmente del recuadro en la que está metida.

MARIA LUISSA