El jueves 29 de enero
fuimos a ver la obra teatral Don Juan
Tenorio dirigida por Blanca Portillo en el teatro Pavón de Madrid. Sin
embargo, nos llevamos una gran sorpresa ya que no era lo que esperábamos ver.
Esta obra no representa
al Don Juan que todo el mundo tiene en la cabeza, ese hombre romántico,
seductor y apuesto; sino al Don Juan cruel, cobarde y egocéntrico que
verdaderamente es. Todo el mundo piensa que Zorrilla quiso retratarle tal y
como la sociedad le tiene en mente, pero, ¿por qué? Él escribió la obra, las
interpretaciones son totalmente libres y Blanca Portillo lo que ha querido
retratar es la otra faceta de Tenorio, la cual según ella es la que realmente
es.
José Luis García Pérez es
el actor que da vida a Don Juan. Hizo una actuación realmente maravillosa. Otros
grandes artistas como Juanma Lara, Alfredo Noval, Marta Guerras y Ariana
Martínez hicieron de esta obra una gran actuación.
Esta versión de Don Juan Tenorio está situada en nuestro
siglo. Lo supimos al acabar de ver la obra, cuando la misma directora lo dijo,
pero ya lo habíamos sospechado ya que el vestuario de los personajes no era el
del siglo XVII, sino contemporáneo (por ejemplo, el criado joven llevaba unas
zapatillas que actualmente están de moda).
La obra comienza en la
hostería del Laurel, donde Don Gonzalo (padre de Inés) y Don Diego (padre de
Don Juan) quedan para ver si es cierta la apuesta de Don Juan y Luis Mejía. Es
carnaval y todos van enmascarados. Cuando el reloj da las 8, don Juan aparece
en escena con su criado Ciutti y Luis Mejía con el suyo (Gastón). Los dos sacan
una hoja donde aparecen todas las personas que han matado y todas las mujeres a
las cuales han burlado durante ese año. Don Juan obviamente gana la apuesta y
realizan otra nueva: Doña Ana de Pantoja, la prometida de Don Luis. Don Juan
gana nuevamente la apuesta, metiéndose en casa de Doña Ana y violándola.
Más tarde, Brígida, la
sirvienta de Doña Inés, va al convento de ésta y le entrega una carta de Don Juan.
Es curiosa la escena cuando Inés lee su carta: ella está muy feliz, suspirando
por cada palabra que recita, pero a la vez sale el momento en el que Don Juan
la escribe, y se le ve bastante distinto a ella. Posteriormente raptan a la
joven y la llevan a casa de Don Juan.
Una vez allí, él entra y
pasa por delante suya sin hacerle ni caso, luego ya comienza con sus
palabrerías de amor. Después, Inés se retira con Brígida y aparecen Don Gonzalo
y Don Diego, los cuales son asesinados por Don Juan, el cual huye lejos. Inés,
debido a la muerte de su padre y al abandono por parte de su amado, muere de
igual forma.
Después de mucho tiempo,
Don Juan vuelve a su casa, la cual es ahora un panteón. Mantiene una charla con
el escultor allí presente el cual hizo la estatua de Don Gonzalo y le cuenta
toda la historia. A partir de este momento Don Juan enloquece pero termina
salvado por el amor de Inés.
El Don Juan que Blanca
Portillo quiso representar fue llevado a escena totalmente con la actuación de
José Luis García Pérez. Un Don Juan interesado, vil, que hace lo que quiere
cuando quiere sin tener remordimiento por ello. Ha sido una forma curiosa de ver
esta obra. Al principio, me esperaba ver un Don Juan joven, apuesto y que
enamora con la mirada, sin embargo la actitud suya que ha salido a relucir ha
sido la de un macarra en toda regla que es aquella que realmente es ya que de
galán no tiene nada este hombre que va por la vida rompiendo corazones y
matando a todo aquel que le moleste. Esto lo ha comentado un señor con la
directora en el tiempo que tuvimos para poder hablar con el equipo. Le comentó:
‘’No me ha gustado su actitud, me parece que ha sido más macarra que romántica,
que es la que tiene Don Juan’’; a lo que la directora contestó ‘’No no, ¡pero
es que es así! ¿Por qué tiene que tener esa actitud? Eso es algo que la
sociedad ha idealizado’’.
Una obra distinta, salida
totalmente del recuadro en la que está metida.
MARIA LUISSA
Muy buena reseña. ¡Felicidades por el trabajo hecho!
ResponderEliminarUn placer acompañaros al teatro... :)
Me ha encantado la reseña, las valoraciones que haces de la representación son muy acertadas. Añadiría la lectura que B. Portillo hace de la obra en clave de género, resaltando las actitudes machista. que aparecen en la obra pero que también encontramos en nuestra realidad. Enhorabuena
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario ;)
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